martes, 30 de junio de 2015

La confianza da asco

Confías, confías, confías... Sin embargo, al final te acaban dando la puñalada por la espalda. Sin esperarlo. Sin previo aviso. Te han regalado el oído. Te han mentido. Te han hecho creer que eres una de ellas, que eres de las suyas. Y luego ni si quiera se dan cuenta de cuándo estás mal. De cuando lo han hecho mal, de cuándo la han cagado. Y te das cuenta de que ni si quiera saben que algo es por su culpa. Pero sigues dándole la razón, no cómo a los tontos, pues la verdadera tonta aquí eres tú. Por creer que todo había quedado atrás, que todo había cambiado. Y sin embargo, aquí estás llorando otra vez, sin pensar en ti... Porque demasiado te has preocupado ya por los demás, aplícate el cuento ya. Sigue el puñetero consejo por una vez.


Piensa en ti. Porque cómo tú no lo hagas nadie lo va a hacer.