domingo, 24 de junio de 2012

Teenagers (8)

A veces nos creemos mayores. Demasiado. Lo se por propia experiencia. Vemos que las cosas a nuestro alrededor cambian. La gente empieza a hacer otras cosas, cambian sus costumbres, cambian su forma de ser, experimentan cosas nuevas. Y como no, a nosotros también nos llaman esas tentaciones, que, queramos o no, siempre acabamos cayendo en ellas tarde o temprano.  Pero son cosas de la edad. Los adolescentes somos así. Tenemos esas manías. Diferentes, distintas y extrañas a las del resto de las personas. Somos enamoradizos sin quererlo, nos deprimimos sin razón alguna, y de un grano de arena hacemos un mundo entero. Pero eso no hay quien lo cambie, ya maduraremos. Por ahora una de las razones más importantes para nosotros es ser felices. Intentar serlo, o por lo menos llegar a alcanzar ese estado en algún momento, en un instante de nuestra pequeña vida. Ya nos daremos cuenta más tarde de las cosas que de verdad valen la pena. Y aunque nadie se quiera dar cuenta, y todo el mundo piense lo contrario, las personas que queremos nos importan más de lo que realmente reflejamos. Tan solo nuestra propia familia. La queremos más de lo dibujamos por fuera. Luego están esas pequeñas personitas que consiguen alegrarnos el día a día. Son nuestros amigos y amigas. Que siempre van a estar ahí. También nos espera algún que otro fracaso a lo largo de este tiempo, pero conseguiremos superarlo, siempre con ayuda y apoyo de las personas que están a nuestro lado.
Ahora no creo que lo importante sea pensar en el futuro. Ya se verá lo que pasa dentro de unos añillos. Lo que de verdad nos ronda la cabeza es vivir el día a día, sin pensar en lo que pueda pasar, sin esperarnos ninguna sorpresa, que esas acaban llegando solas. Hacer que cada día sea inolvidable, recordando que tan solo somos pequeños adolescentes con nuestras grandes locuras.

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