domingo, 9 de febrero de 2014

Stay Strong

Tardé más de lo que creía en asimilarlo. No me esperaba que al preguntarle: "Venga sé que te pasa algo, te conozco demasiado, cuéntamelo", iba a decirme aquello. Él volvió la cabeza y me miró, su mirada me dejó adivinar que se trataba de algo más serio de lo que yo me hubiera podido imaginar... Lo dijo con tono bajo: "De verdad quieres saberlo. Es mejor para ti que no te diga nada...". Todo mi cuerpo se tensó, y entonces oí aquello... "Mi madre quiere que volvamos a mudarnos dónde vivíamos antes". Lo dijo rápido, sin rodeos. El mundo se me calló a los pies. Ya no sabía donde mirar, qué hacer. Se acercó a mi en silencio y me abrazó y como no, comencé a llorar. Se me pasaron un millón de cosas por la cabeza, pero seguía sin decir nada. No me lo acababa de creer todavía, me había quedado en una especie de estado de shock.
Es imposible. Si se va... Si se va, ¿qué hago yo? Si mi vida será igual. Pero también era igual antes de que él llegara, solo cambia una cosa. Algo no cuadraba, algo no estaba bien, él fue el que le dio sentido a todo esto, fue el que supo como hacer que me levantara en los peores momentos y verle el lado bueno a las cosas. El que todos los días por muy malos que hubieran sido me sacaba una sonrisa. El que me ha contagiado sus pasiones y hace que las viva casi con la misma intensidad que él.
Si él se va todo formará ya parte de mi pasado, y no es algo que esté dentro de mis planes.
Lo necesito aquí cada día...

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